viernes, 2 de noviembre de 2012

Bitácora de Viaje. Día -1

Mi primera vez. Mis primeras veces.
Ya tengo todo listo para partir mañana rumbo a los Estados Unidos de América.   Reviso el equipaje. Pasan dos horas y  vuelvo a revisarlo. Me imagino situaciones que viviré para saber de esta manera si me olvido de algo importante. Estoy un poco ansiosa. Me doy cuenta de que de nada sirve ponerme ansiosa, aunque es una ansiedad lógica por el viaje. Es la primera vez que viajo sola tan lejos. La primera vez que subiré a un avión. La primera vez que dejo a Agus tantos días. La primera vez que salgo del ala protectora de Raul.   Me pregunto tanto! Como se sentirá  el despegue? Y el aterrizaje? Gracias a estas preguntas recuerdo poner los  chicles  que compré, en mi cartera de mano. Me recomendaron tenerlos para el despegue, porque dicen que tus oídos se tapan y es una sensación molesta. No lo sabre hasta que suceda.  No me gusta el chicle. Aun así lo guardo.  Podré dormir en el avión? Me perderé? Me entenderán? Entenderé? Me visualizo haciendo señas.Yo tarzan, tu chita. Me río. Me digo que tendria que haber  tomado clases de ingles. Igual que de manejo. Ni lo uno, ni lo otro.  Mi ingles es mas un  hispanglish que otra cosa. Sonrío. Me divierte imaginarme este tipo de situaciones. Me resulta divertido verme haciendo morisquetas para que me entiendan. Siento que naci para hacer morisquetas asi que no me molesta en lo absoluto. Por ahora. El mundo puede llegar a convertirse en un gran play, incluso para mi.  Y hablando de play,  me pregunto que sera de Agustín sin mi. Mil preguntas invaden mi mente. Preguntas de las cuales  hoy no tengo respuesta, pero pronto las tendré.  Voy a extrañarte tanto hijo, pero siempre te llevo en el corazón  Se que tengo que ser fuerte, que voy para  fortalecerme, ayudarme y ayudarte. Se que este viaje es un regalo y voy a disfrutarlo. Eso no significa que voy a olvidarme de vos. Eso jamás. Pero, como vi  en el muro de facebook de una mama que viaja también (Nati) su equipo le hizo una tarjeta donde expresaba que su hija no podía quedar en mejores manos. Así que me tomo de eso. Agustín no puede quedar en mejores manos que las de Papá Dios, Papá Raul, mi mamá y todo el Equipo de los Sueños.
Reviso una vez mas mi equipaje antes de ir a dormir. Me propongo disfrutar de la ultima noche en Buenos Aires con mi familia,  hasta mi regreso del Option. 

Estados Unidos! Allá voy!!! Espero poder dormir esta noche, pero despierta o dormida, allá voy!

1 comentario:

José Luis B dijo...

Para todo siempre hay una primera vez, dicen. Lo bueno es que ahora nos puedes contar esas sensaciones, esos nervios y ansiedad. Solo quien hace un sacrificio por sus hijos sabe lo que significa enfrentar lo desconocido.

Te sigo leyendo (como en los viejos tiempos)