Ayer vinieron dos muchachos de una compañia a instalar unos servicios en casa. Agustín estaba en el playroom, con una de las jugadoras del equipo Son-Rise. La instalación era una actividad que yo había planificado para la tarde, pero me llamaron de la empresa rogándome un cambio de horario, al que no me pude negar. Lo único que pensé fue que no había tenido tiempo de anticiparle a Agustin lo que iba a pasar, me disponía a subir al play a contarle, cuando justo tocaron el timbre, así que me pregunté que pasaría.
Llegaron los chicos de la instalación y lo primero que hicieron es mirar la computadora , que estaba encendida y abierto el programa donde veo y filmo a Agus con cada jugador.
-A quien está espiando, señora.-me preguntaron.
Les conté de Agustín, de su diagnostico de Autismo y del Programa Son-Rise. Inmediatamente me empezaron a hacer todo tipo de preguntas acerca del Autismo y del Programa. Estaban fascinados! Creo que si se quedaban cinco minutos mas, se ofrecían como voluntarios para el Programa Son-Rise de Agustín!
En un momento, uno de los chicos me dijo: -"Sra. Ud. está bien, se la ve alegre, como que lo tiene superado, como que no la afecta. Se ve fuerte."
Eso me hizo darme cuenta de dos cosas. Las personas muchas veces, creen que tener un hijo con autismo es una desgracia. Yo nunca vi a mi hijo como una desgracia sino como una bendición, como una oportunidad para aprender mas. Siempre me pregunte que propósito habría para esto. Eso no significa que al principio no me deprimí Si me deprimí, pero porque no sabía como afrontarlo o que hacer. Hace cuatro años y medio atrás era distinto. No había mucha información. Durante todo el primer año nos guiamos por lo que nos decían los profesionales pero investigábamos otras opciones, tanto educativas como biológicas.
El diagnostico de autismo no es el fin del mundo. Es el comienzo de un nuevo mundo, y esta en uno como papá o mamá elegir, como y que esperas de este nuevo mundo. Hoy los padres podemos decidir que queremos para nuestros hijos y esto es una bendición muy grande porque nadie conoce mejor que nosotros mismos a nuestros pequeños. Ningún profesional que evalúe dos horas a un niño tiene mas credenciales que un padre para tomar decisiones sobre que tratamientos que debe o no seguir. Solo deberian limitarse a aconsejar. Hoy los padres tenemos opciones. Y decidimos.
Lo segundo que me pasó al escuchar al muchacho fue pensar que lo que me dijo... fue espectacular! Porque sí estoy fuerte, alegre, feliz, y tengo un hijo con Autismo! Las personas muchas veces no entienden como uno puede estar feliz, o te miran con cara de "pobrecita". Yo he visto esa cara ciento de veces y la seguiré viendo, pero el tema no esta en esas caras. El tema está en como me siento yo respecto a esas expresiones de caridad y la respuesta es... Me siento genial! Cada uno tiene derecho a ver las situaciones como quiere y no podemos mas que respetar al prójimo y pensar que esta haciendo lo mejor que puede. No debemos juzgar a las personas. Esto es biblico y ademas, filosofía son-rise!
A partir de este comentario también me di cuenta que muy atrás quedaron los días de angustia, Dios me dio, no consuelo, sino aceptación por mi hijo, me enseño a amarlo tal como es; Eso no significa que a veces no me sienta triste, o no tenga miedos. Significa que puedo pararme encima de los desafíos y mirarlos desde arriba. Cuando miras las cosas desde un punto elevado, todo se ve con mas claridad, y esto es lo que muchas veces necesitamos los padres. Mirar las cosas desde un punto mas elevado.
Cuando Agustín salió del play y su jugadora se fue, se quedó conmigo mientras los muchachos continuaban haciendo su trabajo. Agus se acerco a cada uno de ellos, los miro a los ojos y se fue derecho a la heladera. Tenia hambre! Fue genial que se acercara a cada uno e hiciera contacto visual, fue su manera de decir "Hola, no me pasan desapercibidos" También trato de jugar con las herramientas que muy cuidadosa y responsivamente le pidieron, explicándole que podía lastimarse. En un momento uno de los chicos se fue y el que quedó me pregunto que pasaba si le proponía un juego a Agustin, quería saber si Agus jugaba. No tuve tiempo de responderle porque Agustin mismo se levanto de su lugar y se le acerco matándose de risa, y pidiéndole a su manera que lo corra y le haga cosquillas. Agustín se mostró dispuesto a jugar inmediatamente y yo no tuve que mediar. El muchacho no podía creer como Agustín tenia un lenguaje comprensivo tan grande. -Entiende todo-dijo. Definitivamente eso era algo que no esperaba. Tampoco yo. Pense que el muchacho iba a acercarse para jugar, pero no esperaba que Agus se levantara a responder esa pregunta. Me agarro de sorpresa. Una espectacular y feliz sorpresa. Siempre esperar lo inesperado.
"Solo se, que no se nada".
Agustín está presente. Y no hace falta que hable para escuchar que nos está diciendo: "Aquí estoy. Quiero jugar con vos".
Los avances sociales no paran. Gracias a Dios por todas las cosas!!!
1 comentario:
Así es Laura. Vivimos otra realidad, más,es desde la lucha y el esfuerzo, desde donde obtenemos nuestras grandes alegrías.Cada paso que da Agustín es un logro compartido contigo y con todos nosotros. Besos. María
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