miércoles, 4 de marzo de 2009

CARTA PARA MI PAPÁ

Mi papá es un groso. Llega corriendo del trabajo para verme y jugar conmigo. Mi papá hace cosas por mi que nadie hace, como llevarme sobre sus hombros unas cien cuadras o salir a las once de la noche y con lluvia, solo para comprarme papas fritas porque se acabaron.
Yo escucho cuando todos le dicen que no me de todos los gustos, pero ya les dije; Mi viejo es un groso. El me ama con todo su corazón, igual que yo a el. Por eso lo espero todos los días expectante. Por eso lo abrazo y lo beso cuando lo veo. Por eso comparto con el lo que sea que este comiendo, cosa que no hago con todo el mundo.
Mi papá es un genio. Se conecta desde el trabajo con su web cam, solo para que yo pueda verlo. Me habla, me aplaude, se babea conmigo a través de la compu, sin temor de que sus amigos piensen que está loco.
Mi papá deja todo por mi. Hasta sacrifica lo que mas le gusta que es correr... Pero saben un secreto? A mi me gusta que mi papá corra. Se que el sueña con que el día de mañana podamos correr juntos.
Papi, espera que crezca un poco mas. Todavía soy chiquito. Pero te aseguro una cosa...
Correr me gusta tanto como a vos.
Mi Papá es un groso. Estoy orgulloso de el.
Papi, te amo. Quiero que vuelvas a correr, para así poder aplaudirte yo a vos.
Gracias por hacerme lo mas importante de tu vida.
Con amor,
Agustín

Corremos igual...

A upa de papi en una de las ultimas carreras. Septiembre 2007

Rauli: Se que si Agus hablara, ya te lo habría dicho...pero te cuento un secreto? Yo entiendo su lenguaje, el de las miradas, y es lo que el dice cada vez que te ve. Soy testigo de su alegría, de cuanto te extraña durante el día, y hoy, cuando saliste del ascensor y Agus escucho tu voz detrás de la puerta, fui testigo de como gritó "Papá".
El amor hace milagros. Decir "Papá" con sentido, fue el milagro del día.
Yo también te digo GRACIAS, así, con mayúsculas... Sos el mejor papá del mundo.
Te amo
Lauri


Texto dedicado para vos, papá.

Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol. Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche. Están locos. En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan... sólo para disfrutar del descanso. En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara. Yo los he visto. Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración,miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entre paran cuando pasan frente a los jazmines. Yo los he visto. No están bien de la cabeza. Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo. Están tratando de ganarle a alguien. Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse... y siguen. Se inscriben en todas las carreras... pero no ganan ninguna. Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes. Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones. El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia. Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres. No están bien. Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás. Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño. Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles. Son sus referencias de carrera: "Cinco que corren parecido a mí". Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa. Disfrutan cuando pasan a otro corredor... pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje. Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece. Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan. Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver. Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero. No las preparan... pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta. No las preparan...son parte de ellos. El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise. Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido. ¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas... pero insisten con que volvieron a ganar. Son raros. Se inventan una meta en cada carrera. Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren. Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número,simplemente por que no están bien. Los he visto pasar. Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado... pero siguen. A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí. ¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda? Están locos. Yo los conozco bien. Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo. Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta. Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice "Llegué -Tarea Cumplida". Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes. Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos. Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos. Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo. Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto. Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10. Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior. Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar. Están mal. -Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde. -Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito. Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos,subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan. Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día. Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más. Dicen que la gente no se banca tanto silencio. Dicen que ellos lo disfrutan. Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan,se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos. Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado. Están mal de la cabeza. Yo los he visto. Algunos solo caminan... pero un día... cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito. En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos. Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran. Pican, frenan y vuelven a picar. Me parece que quieren ganarle a la muerte. Ellos dicen que quieren ganarle a la vida. Están completamente locos.

12 comentarios:

Silvina dijo...

Laura, Me encanto esto que le dedicaste a tu esposo en nombre de tu hijo, solo hace notar el gran amor que se tienen en el circulo de 3, Es muy lindo lo que escribis, un beso,
Te deseo lo mejor,

Laura Basualdo dijo...

Gracias Sil...Tuvimos tiempos dificiles, pero presiento que el sol vuelve a brillar...
Raul es un gran papá, y con Agus se adoran mutuamente.
Besito y gracias por pasar!

Anónimo dijo...

Te voy a matar!!! no tenés derecho a hacerme llorar en la oficina!!! encima ahora que volvió la secre!!!

Me emociona saber que el sol vuelve a brillar...lo sabés, no?

Te quiero!!!

Colo dijo...

Hola Luri, sin palabras... sí sin palabras, siento que sos una persona excepcional y agradezco haberme cruzado con vos!!!

Te quiero mucho!!

Anónimo dijo...

Lau q hermosas palabras!...me hiciste emocionar hasta las lagrimas..a mi q me cuesta taannto llorar, jaja!...la verdad precioso!... No sabes la alegria q me da ese milagro del dia; porq pa otras mamas es lo mas normal del mundo pero pa nosotras escuchar esas palabras de su boca es el mundo entero.
Te mando un beso enorme!

Anónimo dijo...

Mari: Gracias...Si, si, despues de tanto aguacero...asoma el sol...
Gracias por estar amiga!

Colo: Gracias por tus palabras, e igualmente para vos... ya te dije que tengo ganas de conocer tu tierra por la calidez de su gente...
Beso grandote!

Lauri sin loguear

Anónimo dijo...

Carla: Tendriamos que averiguar con alguna papelera, a ver si nos venden carilinas al por mayor!!!
Es totalmente cierto... A veces me duele tanto escuchar a las madres decirle a sus hijos que se callen!!!Digo, yo me muero por que hable...
Besitos, gracias por pasar!

Otra vez, Lauri sin loguear

Rosio dijo...

Laura:
¡¡¡Hurras por el papá corredor!!!!
Me alegra tanto leer que Agus, este comenzando a hablar funcionalmente. Seguramente es el inicio de su despegue en el habla y en otras aspectos más.
Mucha fé
Rosio

Anónimo dijo...

Impresionante Lau, siempre me dejas sin palabras.
Admiro tu fuerza.
LUZBI

Laura Basualdo dijo...

Hola Rosio! Ojala que sea el inicio...Es lo que mas deseo en el mundo! Gracias por tu fe, por darme animo y gracias por pasar por aqui. Beso grande!

LUZBI: Gracias por estar... A veces siento que todo me cuesta demasiado, y otras siento que que voy como encima de la ola, que todo lo puedo superar, pero lo cierto es que aún me cuesta encontrar un equilibrio en la vida...
Besos y gracias por estar siempre, te quiero mucho!

Anónimo dijo...

hermoso Lau, las lagrimas tambien se apoderaron de mi pero es imposible no emocionarse :) me encanta el amor que le tienen al peque eso lo ayuda muchisimo a seguir adelante.

te quiero amiga

Anónimo dijo...

JIME: Por algo somos amigas, no???jajaja
Besos amiga!

Lauri sin loguear